El mercado global ha creado una nueva categoría de ejecutivos, caracterizada por su capacidad para trabajar con éxito en cualquier parte del mundo. Una categoría que exige conocimientos, experiencia, dominio de diferentes idiomas y unos valores y una actitud determinados.

La internacionalización de las empresas y la crisis económica han creado nuevas y muy interesantes oportunidades laborales que, en el reverso de la moneda, van muchas veces acompañadas de importantes renuncias y dificultades de adaptación.

No es lo mismo trabajar al lado de casa que a miles de kilómetros, en una país y una cultura desconocidos con unos hábitos de vida completamente ajenos. Para este trabajo no valen necesariamente los mejores, sino aquellos que tienen mayor flexibilidad y capacidad de adaptación.

A un profesional que toma la decisión de trabajar en el exterior se le supone un espíritu emprendedor, logros, capacidades y experiencia profesional. Unas cualidades que no son suficientes y que deberá completar con una sensibilidad especial y una gran determinación, ya que a las dificultades de cualquier trabajo deberá añadir la de realizarlo en un entorno ajeno, desconocido y, a veces, hostil.

#1 Idiomas

Para quien quiera aventurarse e iniciar una carrera internacional, el primer requisito en el conocimiento de otros idiomas. El ejecutivo debe ser eficaz desde el primer día y para ello debe poderse comunicar sin problema. El inglés es la llave fundamental pero no hay que menospreciar otras lenguas. Este requisito es imprescindible para cualquier ejecutivo que trabaje en una multinacional, incluso sin salir de su país. Si no se maneja el inglés, no sólo se pierden oportunidades en el mercado internacional, sino también en casa. Además, debe estar dispuesto a conocer y manejar el idioma del país de acogida. Pero no sólo el inglés es importante para potenciar un perfil laboral en el mercado internacional, dominar tres o más idiomas aumenta en un 40% la posibilidad de ser contratado. Tener conocimiento de dos o más idiomas, permite aprovechar otras opciones, a menudo muy interesantes, en mercados emergentes.

#2 Flexibilidad

La flexibilidad es una de las características imprescindibles de cualquier perfil internacional, una flexibilidad que emana de las sensibilidad y capacidad de comprensión de otras culturas. La máxima “piensa en global actúa en local” es clave. No se trata de conquistar mercados sino de generar negocio. Nada peor que generar una imagen de un conquistador que impone sus normas. Hay que crear relaciones empáticas, conocer las reglas del mercado, las diferentes legislaciones, las prácticas comerciales, la relaciones empresariales… y estar siempre informado de los que ocurre en el país. Una flexibilidad que, además, hará más fácil y agradable la vida en un país extranjero.

#3 Espíritu de emprendedor

La determinación, la innovación y la fuerza para empezar proyectos, son componentes claves del perfil que cualquier empresa nacional o internacional pide para sus candidatos y colaboradores. El espíritu de emprendedor es necesario para cualquier profesional con un perfil global. Estar dispuesto a poner en marcha todo tipo de iniciativas y a superar cualquier contratiempo.

#4 Experiencia

Haber vivido y trabajado en otros países es un factor clave en un currículo que busca oportunidades internacionales. Estudiar o completar los estudios en el extranjero, es una buena manera de iniciar el currículo y ganar experiencia. También hay que aprovechar cualquier posibilidad para conocer otros países y mercados. Un conocimiento que hay que llevar también a un plano teórico con una curiosidad insaciables por nuevos mercados, culturas, historias, tradiciones… Si ya se trabaja en una multinacional, hay que estar atento a las oportunidades que se ofrecen dentro de la compañía y prepararse para poder optar a ellas con éxito. La realización de algún máster o postgrado de carácter internacional en una buena manera de compensar la falta de experiencia real con un conocimiento profundo de otros mercados.

#5 Multitarea

Hoy se buscan profesionales multitarea. Hay que desarrollar conocimientos y habilidades que permitan asumir con éxito diferentes responsabilidades. Muchos ejecutivos internacionales actúan como verdaderos hombres orquesta, asumiendo diferentes roles sin el apoyo de grandes equipos u organizaciones locales y, a menudo, actúan contra reloj, con unos plazos cerrados para cumplir objetivos. Es importante pensar que cuando se trabaja fuera, casi siempre se debe añadir un sobreesfuerzo al desempeño.

Fuente: Mundo Ejecutivo