Guía para renunciar con clase a tu trabajo. No importa si tu experiencia en tu puesto actual ha sido idílico o todo un tormento, no hay razón para que no salgas de la empresa con la frente en alto y tu dignidad intacta.

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La transición laboral es siempre un proceso complejo y muchas veces tiene un sabor agridulce. Si bien la perspectiva de un cambio de aires es emocionante, con frecuencia resulta triste dejar atrás una etapa de nuestras vidas y a las personas que se quedan en ella.

No obstante, en caso de que lo único que quieras es salir huyendo de tu actual empleo (o de tus compañeros), no hay razón para que no puedas dejar la compañía en los mejores términos.

Al decir adiós a tu actual puesto en las mejores circunstancias y dejar tu dignidad intacta estarás mejor en el largo plazo, aquí te compartimos seis tips para lograrlo:

  1. Espera a recibir cualquier bono o comisión que tengas pendiente, tu empleador podría buscar cualquier excusa para no pagarte.


  2. Revisa cualquier acuerdo o contrato que hayas firmado. Antes de anunciar tu salida, lee con detenimiento esos documentos para cerciorarte de que no hay cláusulas que limiten tu actividad en el ramo o te impongan alguna otra restricción.


  3. Escribe tu carta de renuncia. Empieza con un borrador, incluye tus intenciones de renunciar a la empresa y la fecha en que planeas hacerlo. No olvides incluir una nota de agradecimiento. Puedes ofrecer ayudar con la transición, pero no prometas nada que no puedas o quieras cumplir.


  4. Ofrece tiempo suficiente. Dos semanas es un plazo generalmente aceptado, aunque puedes negociarlo con tu jefe. Cualquiera que sea la relación que tengas con la empresa o tu jefe directo, nunca los dejes en medio de un proyecto en el que tengas una participación directa.


  5. No aflojes el paso después de dar la noticia. Lo recomendable no sólo es que mantengas el mismo nivel de productividad que tenías antes de notificar tu salida, sino que vayas más allá y ayudes con la transición, lo cual probablemente requerirá de un mayor esfuerzo.


  6. No quemes los puentes. Sin importar cuán tensas hayan sido las relaciones durante tu paso por la empresa o desde que informaste de tu salida, deja fuera las emociones y también el pasado, no te arriesgues a perder referencias.


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Fuente: Kelly Appleton y Greg Anderson

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