Uno de los peores hábitos de nuestra trayectoria profesional es el hecho de no planearla y dejar que fluya sin estrategias claras de crecimiento.

No es sencillo que en tiempos donde prevalece la competitividad en el trabajo, la antigüedad y la experiencia sean los únicos factores en los que confiemos nuestro crecimiento como profesionales. Hoy en día, para escalar debemos plantearnos metas claras y saber a dónde queremos llegar.

Sin embargo, el primer paso para evitar un estancamiento profesional, lo primero que hay que hacer es deshacerse de los malos hábitos que nos impiden avanzar.

En Jobomas te decimos cuáles son los errores más comunes que frenan el desarrollo de tu trayectoria y cómo puedes evitar caer en ellos.

#1. No tener un plan

Este es el primer error y el más grave. La mayoría de los profesionales no solemos tomarnos un momento para definir metas de nuestra carrera profesional y tomamos oportunidades de empleo sin saber a dónde van a llevarnos. Lo importante es definir objetivos a corto y largo plazo y evaluar periódicamente si estamos avanzando en el sentido correcto. Establecer metas claras es el comienzo del éxito en nuestra trayectoria.

#2. Responsabilizar a tu empresa

Fundamental que entiendas esto: Nadie es responsable de tu crecimiento profesional más que tú. Aprovecha cada una de las herramientas que tu empresa te brinda para desarrollarte y hazte cargo de tu crecimiento. Plantéate desafíos que te ayuden a superarte y siempre acepta los nuevos retos que se te presenten. Toma en tus manos la responsabilidad de evolucionar y sacar lo mejor de cada puesto en el que te encuentres.

#3. Esperar un ascenso

No esperes a que las oportunidades lleguen, ¡ve tras ellas! Toma una actitud proactiva y acércate a tus jefes para demostrarles por qué mereces un aumento de sueldo o una promoción. Haz que tu trabajo se destaque de otros e involúcrate en proyectos que tengan beneficio común pero jamás tomes una actitud pasiva ni te sientes a esperar a que otros noten tu esfuerzo.

#4. No registrar tus logros

Las oportunidades no avisan, generalmente llegan y debemos estar listos en cualquier momento en que se presenten. Es necesario conservar un registro de cuánto hemos avanzado y de todo aquello que somos capaces para ser capaces de comunicarlo y compartirlo con una empresa o reclutador en el momento preciso. Conocernos a nosotros mismos es fundamental para promocionarnos ante otros.

#5. No invertir en nuestro crecimiento

Un error gravísimo es no mantenernos actualizados en nuestro sector y dejar que el tiempo fluya sin darle importancia a nuestra formación. Si queremos avanzar, hay que invertir en capacitarnos permanentemente. Además de adquirir el hábito del aprendizaje, estar preparados nos convierte en el blanco perfecto para acceder a mejores opciones de trabajo. Todas las empresas quieren a profesionales competitivos con ímpetu de superación.

#6. Olvidar el equilibrio personal-laboral

Sacrificar alguno de los dos aspectos significa automáticamente, comprometer al otro. Dedicarnos exclusivamente al trabajo y descuidar la vida personal, limita nuestra creatividad, afecta nuestro ánimo y agota lentamente nuestro rendimiento. No hay mayor motivación para esforzarnos en el trabajo que la de encontrar la armonía entre la vida familiar, los amigos y el tiempo para el descanso y el entretenimiento.

En la vida profesional, como en la personal, debemos asegurarnos de entregar lo mejor de nosotros y que cada paso que demos, sea una evolución. Día con día tenemos la oportunidad de crecer, solamente hace falta tener la actitud y la disposición para ser mejores profesionales cada día.

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