En la década de los noventa fue encontrado en los Alpes el cuerpo del que sería llamado el ‘Hombre de hielo”. Además de ser el cadáver más antiguo de la historia con alrededor de 7 mil años de antigüedad, tiene otra particularidad: 57 tatuajes grabados en su espalda.

Los grabados en la piel no son cosa nueva, de hecho, en muchas ocasiones forman parte de culturas milenarias, sin embargo, aunque cada vez reciben mayor aceptación social todavía hay quienes los asocian a signos de rebeldía y transgresión.

Tener un tatuaje o un piercing (perforación) puede ser un obstáculo para conseguir empleo, o al menos eso es lo que refieren el 85% de los aspirantes a un puesto de trabajo.

En México, un 60% de empleados activos cree que tener un tatuaje es causa de discriminación laboral y reduce las posibilidades de encontrar trabajo. En Japón y en algunos países de América Latina son característicos de ciertas mafias o bandas delincuenciales por lo que dificulta a quienes los portan, acceder a un empleo formal, especialmente si éste tiene es dentro del servicio público y más aún, si es dentro de los cuerpos de seguridad o policiacos a los que prácticamente es imposible integrarse si se posee alguna marca decorativa en la piel.

Lo que dicen las empresas

Por parte de las empresas las opiniones están divididas. Hay quienes se niegan rotundamente a aceptar personal con tatuajes e incluso cada aspirante debe pasar por un meticuloso examen médico para detectarlos y hay otras que los toleran dependiendo de la ubicación, la facilidad para disimularlos, la estética del tatuaje y el puesto a desempeñar.

Un 32% de las compañías contrataría empleados con tatuajes solamente si éstos estuvieran en partes no visibles del cuerpo y otro 29% no tendría problema con que la localización del gráfico.

Las causas principales por las que las organizaciones se niegan a integrar a personas tatuadas a su plantilla de personal son la imagen de la empresa (63%) en primera instancia, seguida por conceptos asociados a la falta de profesionalismo (21%) y rebeldía (16%).

Los rechazados

Aunque mucho depende de la empresa y el rubro en el que se desempeñe, en general son rechazadas las personas con tatuajes para desempeñar puestos de:

- Atención directa al público o cliente

- Funcionarios y servidores públicos

- Cuerpos de seguridad o policiacos, guardias civiles y militares.

- Personal bancario

- Ejecutivos comerciales

- Personal sanitario y de salud

- Centros de enseñanza infantil

Los centros estéticos, las clínicas dermatológicas y los establecimientos donde se realizan los tatuajes, afirman que el 90% de las personas que acuden a borrarse un grabado lo hace por cuestiones laborales.

Salvo casos extremos como el de Japón en donde la aversión por los tatuajes rebasa los ámbitos sociales (gimnasios y piscinas) para alcanzar el ámbito laboral (política y servicio público), las empresas de actualidad han comenzado a flexibilizar tanto sus códigos de vestir y sus políticas de contratación, privilegiando las habilidades y competencias de los aspirantes por encima de algunos aspectos de su imagen personal.

Salvo casos como el de Japón en donde la aversión por los tatuajes es extrema tanto en ámbitos sociales como laborales, las empresas hoy en día han comenzado flexibilizar tanto sus códigos de vestir como sus políticas de contratación para privilegiar las habilidades y competencias de un aspirante por encima de aspectos de su imagen personal.

No obstante, si estás en búsqueda de empleo y acudes a una entrevista laboral, recuerda presentarte con el atuendo adecuado y adaptarte lo más posible a la imagen de la empresa a la que quieres integrarte.

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