Habrá más empleos solo con nuevo modelo de desarrollo Paraguay tiene posibilidades abiertas para crecer de manera sustentable en torno a un nuevo modelo de desarrollo capaz de generar tantos empleos genuinos como se necesiten

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Las estadísticas oficiales nos hablan de un nivel todavía manejable de desempleo en nuestro país, que no llegaría a los dos dígitos. Sin embargo, el panorama laboral real en el Paraguay va sumando complejidades con el paso del tiempo, debido a que existe un cambio radical de paradigmas en cuanto a la existencia y obtención de empleo se refiere. Y esto se torna un problema que será cada vez más difícil de administrar.

Todavía persiste en gran parte de la población la mentalidad de "empleado" tradicional. Es decir, estudiar, terminar el colegio, ingresar a la universidad si es posible, alcanzar un título y salir a buscar un empleo.

Hoy, el mundo tiene otros códigos y hay que adaptarse a ellos. En términos de ocupación para la gente, la industrialización y, sobre todo, el avance fenomenal de la tecnología en todos los ámbitos, incluyendo la producción rural, abren perspectivas muy diferentes a las que se tenían hace unos 20 o 30 años, nada más. Pero, al mismo tiempo, restan posibilidades a quienes no tienen la suficiente preparación que se requiere hoy.

Y son imperiosas una adaptación colectiva y una adecuación individual a los nuevos escenarios que se presentan.

Una adecuación colectiva implica revisar lo hecho hasta ahora como país, capitalizar las experiencias y encarar, ineludiblemente, el estudio de un nuevo modelo de desarrollo económico y social que nos brinde la oportunidad de insertarnos en el mundo.

Esto debe darse a partir del reacondicionamiento de nuestras potencialidades y la optimización de nuestras fortalezas para atraer aquellas inversiones que respondan a nuestras necesidades y que nos harán despegar definitivamente.

¿Cómo vamos a hacer para satisfacer tanta demanda de ocupación como la que vimos en la última Expo Empleos? Esta es una pregunta crucial que nos debe llevar al análisis sereno, a la reflexión seria sin contaminaciones ideológicas, prejuiciosas o de intereses políticos sectarios. Y esto debemos comenzarlo a hacer ahora, sin pérdida de tiempo, como política de Estado que cruce transversalmente a los gobiernos de turno.

Un nuevo modelo de desarrollo debe tener integralidad: desde el sistema educativo hasta el tipo de inversiones que necesitamos, pasando por las políticas medioambientales, una estrategia estructural a largo plazo para el uso de nuestra riqueza energética y una superlativa capacidad de negociación con los actores mundiales.

Tenemos que pensar que si en Asunción tuvimos esa avalancha de jóvenes en busca de trabajo durante la Expo Empleos, qué será en las zonas rurales pauperizadas al máximo por un modelo de explotación agrícola agotado. Allá está la indigencia en medio de jóvenes desesperanzados y sin recursos a mano para integrarse a la comunidad.

Hay que entender también que acceder a un empleo ya no es hoy un acto de voluntarismo. Hay que estar preparados, y esa preparación es responsabilidad del Estado, del Gobierno, de los empresarios y del individuo mismo.

El Paraguay tiene posibilidades abiertas para crecer de manera sustentable en torno a un nuevo modelo de desarrollo capaz de generar tantos empleos genuinos como se necesiten. Es cuestión de optar entre esto o el atraso y la pobreza de siempre

 

Fuente: Última Hora

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