Pequeño agricultor lleva a juicio a transnacional de semillas Monsanto Acusa pérdidas por 18 millones de pesos por la venta de semillas equivocadas

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José Riquelme, pequeño agricultor de Chillán, denuncia a la empresa transnacional de semillas Senimit, hoy llamada Monsanto, por la compra de 50.000 semillas de melón híbrido Braco y que al momento de cosecharlas se dio cuenta de que no eran tal.

“Sembré cuatro hectáreas y media de terreno con las semillas compradas el año 2004. Para cuando las coseché me di cuenta que no era la fruta deseada, no era el tipo de melón que había comprado y por el cual había invertido 3.000.000 de pesos y un poco más”, comentó Riquelme.

Según cuenta, había una mezcla de diferentes melones, tipo Tuna, Calameño y solo un 5% del total pertenecía a Braco. Debido a que no contaban con las líneas horizontales, él sabía que lo habían estafado, pero se aseguró de que su tesis estuviera cierta y mandó a realizar un estudio en la Universidad de Concepción, el cual constató que había más de un 95% estaba fuera de tipo.

“El problema es que yo tenía un compromiso con una empresa francesa llamada Al Roprim por una cantidad importante del melón y lamentablemente eso quedó en nada, perdiendo absoluta credibilidad ya que me iba a ser imposible poder entregarles ni siquiera una pequeña parte de lo que ellos me habían pedido”, continuó el afectado.

 

Reembolso

De esa forma avisó a la distribuidora Mahuida donde compró las semillas de Monsanto en Chillán, quienes llegaron a constatar el daño en el terreno de José Riquelme. Al darse cuenta de que era tal, enviaron una carta donde se comprometían a pagar un reembolso por US$15.000 ($7.170.000).

“Ni se acercaba a lo que había invertido y lo que habría dejado de obtener con mi negocio hacia Francia, por lo cual estimo que las pérdidas son de alrededor de $170.000.000 más daños y perjuicios. Por lo mismo no firmé la carta que me llegó y lo que hice fue comenzar una acción judicial con mi abogado en contra de la empresa Senimit, que hoy se le conoce como Monsanto”, expresó Riquelme.

Así comenzaron un juicio en el Segundo Juzgado Civil de Chillán, ya que como señala Riquelme, la empresa reconoció el error al mandarle la carta con el reembolso. La denuncia es por la suma de $18.000.000 por concepto de daño emergente, $52.000.000 a título de lucro cesante y $100.000.000 por daño moral, más reajuste e intereses desde la fecha de la demanda y hasta su efectivo pago o calculados en la forma que el tribunal determine.

 

Sentencia

Lamentablemente para él la sentencia del Segundo Juzgado Civil de Chillán rechazó la demanda de agricultor. Pero su convicción fue tal que lo incentivó a llegar un poco más lejos por lo que en marzo presentó sus reclamos ante la Corte de Apelaciones y hoy está a la espera de que se falle a favor.

“La sentencia en apelación no se ha armonizado con el paisaje que brinda el proceso, ni ha considerado los perjuicios económicos y morales de que he sido víctima, después de esta mala cosecha no pude concretar las exportaciones hacia Europa, perdiendo finalmente a mi cliente”, aseguró.

Dice que Seminis nunca brindó la asistencia que se esperaba en la época de la plantación, no visitó el predio, por lo que no advirtió que la semilla adquirida el pequeño agricultor no correspondía a la variedad de melón Braco, por lo cual el bajo interés presentado lo terminó por convencer de tomar acciones legales.

Entendiendo a Seminis, hoy Monsanto, como la mayor empresa de desarrollo, producción y comercialización de semillas de hortalizas en el mundo, sabe que será difícil el camino como lo ha estado siendo hasta ahora, pero no por eso bajará los brazos y apelará hasta las últimas instancias para que se haga justicia según su parecer.

Incluso señala que no es el único agricultor que ha tenido problemas con semillas, pero que muchos no se atreven a hacer público sus quejas y menos a iniciar un juicio ante una empresa grande como lo es Monsanto.

Según lo que señala Riquelme, la empresa aseguró que no tiene ninguna responsabilidad con él ya que las semillas no fueron adquiridas en sus oficinas, por lo cual la empresa quedaría exenta de pagar la indemnización.

 

Pruebas

En su poder hoy cuenta con diferentes pruebas que lo avalan ante la justicia, como la carta emitida desde Francia por Alain Blasco en la que manifiesta su reclamo por la variedad de Braco que les serían enviadas.

Además, Riquelme cuenta con otra carta enviada por Seminis con fecha 30 de marzo del 2005 en que la empresa a raíz de la visita al predio decidió reembolsar la suma de US$15.000, que rechazó desde un principio ya que a su parecer se alejaba del monto real de la deuda.

“Yo confié en que la compra de las semillas sería las que pedí y hoy estoy tratando de luchar contra este gigante. Siento que estoy solo en esto, que a pesar de que muchas otras personas han pasado por situaciones similares a la mía no quieren hablar. Se trata de hechos que involucran el accionar de una de las empresas con mayor presencia en el mercado, pero que revelan su mal actuar”, continuó.

Actualmente ha tratado de mantenerse vendiendo algunas hortalizas en mercados locales, pero asegura que el gran negocio que tenía con las exportaciones de melones a Francia, le habrían cambiado la vida.

“Tenía una oportunidad de poder estabilizar mi negocio, pero hoy estoy en tribunales tratando de que la gente se dé cuenta de todo lo que he perdido. Pero si hoy estoy en la Corte es porque creo que lo que estoy apelando se ajusta a la verdad y lo que me corresponde, de hecho no voy a volver a adquirir el compromiso de compra con la empresa francesa, pero al menos este juicio me va a ayudar económicamente y a demostrarle que Monsantos era el que estaba equivocado”, argumentó José Riquelme, quien espera en los próximos días la sentencia de la Corte.

 

Fuente: Diario La Discusión 

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