Salarios en la región aumentaron por debajo del promedio mundial En el último decenio los salarios acumulados en el mundo aumentaron casi en un cuarto, pero en América Latina el incremento fue menor que el promedio mundial.

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Si bien la situación del empleo y desempleo muestra un panorama de la crisis a nivel mundial, el salario pagado por la mano de obra es otro indicador del nivel de presión económica en que viven las poblaciones de los países en desarrollo.

Si se quiere ver la situación por año, “los salarios promedio mensuales ajustados por inflación, conocidos como salarios promedio reales, crecieron 1,2 por ciento” en el mundo en 2011, muy por debajo de años anteriores. Pero si se omite China, con gran peso por el tamaño de su economía, los salarios promedio reales a nivel mundial habrían crecido solo 0,2% en 2011.

El informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) “Informe Mundial sobre Salarios 2012/13 – Los salarios y el crecimiento equitativo” plantea que la mayoría de los países ha destinado una proporción menor de la renta anual a la remuneración de la mano de obra; “a nivel social y político, esta tendencia está creando la percepción de que los trabajadores y sus familias no están recibiendo la parte justa de la riqueza a la que han contribuido”.

La OIT muestra que la tendencia, que se inició en los 80, continúa. En América Latina y el Caribe, si el salario a principios de la década pasada era de 100, en 2011 ese ingreso subió hasta 115,1. En Bolivia el salario mínimo nacional, según el Instituto Nacional de Estadística, que no se menciona en el informe de la OIT, registraba 400 Bolivianos en 2001 y había ascendido hasta 1.000 Bolivianos en 2012.

La crisis económica de 2009 afectó seriamente a la región latina, pero ésta repuntó con relativa facilidad en 2010 apoyado en la recuperación de los precios de productos básicos y materias primas (commodities), junto a la aplicación de políticas monetarias y fiscales anticíclicas. El informe dice que “lo que llama la atención no es sólo que la recesión fue corta, sino que la recuperación también incluyó la creación de nuevos empleos y llevó a una reducción significativa en la tasa de desempleo, la cual se redujo de 10,3 por ciento en 2004 a 6,8 por ciento en 2011”.

Los salarios están, además, influenciados por economías más fuertes. En el caso de América del Sur, Brasil es el país cuya economía permitió mantener el crecimiento salarial en todo este periodo: su salario por hora en el sector manufacturero es de 5,40 dólares. Otros países de América Central, por ejemplo, no tuvieron ese camino debido a que sus economías están más influenciadas por Estados Unidos.

En Bolivia la Central Obrera Boliviana presentó un pliego petitorio el pasado 7 de febrero, con la demanda de un salario que cubra la canasta familiar de 8.300 Bolivianos. El gobierno no respondió aún a este requerimiento, aunque ha anunciado que el incremento de salario mínimo nacional estará poro encima de la tasa inflacionaria de 4,54% registrada el año pasado.

Según la OIT, en los países en desarrollo los esquemas de garantía de empleo que pagan un salario mínimo son formas de generar incentivos para que las empresas privadas cumplan con esa disposición, pero allí mismo solamente cerca de la mitad de los trabajadores son asalariados y se requiere medidas adicionales para generar más empleos y elevar la productividad e ingresos de los trabajadores por cuenta propia.

 

Fuente: Bolivia.com

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