CONSEJOS QUE DEBE SEGUIR TODO ENTREVISTADOR

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Hacer entrevistas no es una tarea cotidiana para casi nadie. Es comprensible, por tanto, que la mayoría de los responsables de contratación confiesen que les falta práctica. Para algunos, el proceso puede resultar casi tan abrumador como para la persona entrevistada. 

Si este es tu caso, podrías estar cometiendo una grave injusticia con tu empresa sin ni siquiera saberlo. Al final, todos sabemos que se supone que las entrevistas son un diálogo bidireccional. Por eso, los entrevistadores deben ser conscientes de que las entrevistas sirven para juzgar tanto a entrevistados como a entrevistadores.

Si actualizas tus habilidades y aprendes algunos trucos para mantener a la persona entrevistada alerta e implicada, no solo lograrás que esa persona se sienta cómoda (y, por tanto, ofrezca su mejor cara), sino que, además, puedes estar seguro de que solo tendrá cosas buenas que decir sobre la empresa una vez salga de la entrevista. ¿Cómo conseguir esto? Te damos tres claves: 

1. Establece el tono de la entrevista con una presentación sólida
La forma en que inicies la entrevista establecerá el tono para toda la sesión, así que asegúrate de captar la atención de la persona candidata desde el principio ofreciéndole una presentación de bienvenida cordial y atractiva que aporte vida a la empresa y a la vacante. Una buena estructura podría ser la siguiente: 

Comparte tu historia.

Comienza la entrevista como cualquier otra reunión, presentándote y describiendo tu función. Habla un poco de cómo has llegado hasta donde estás, cuánto tiempo llevas en la empresa, que tiene que ver tu puesto con la vacante en cuestión, y qué es lo que te gusta personalmente de tu trabajo. Cuando te abres de esta manera frente al candidato y compartes con él tu historia, éste se siente cómodo y tiene la sensación de conocerte mejor como persona.

Vendeles el puesto.

Háblale ahora brevemente del puesto para el que le estás entrevistando, dónde se encuadra dentro del equipo y qué relación tiene con la actividad en general. Destaca las mejores características del puesto, utilizando opiniones de antiguos empleados si es posible. Profundiza sobre las posibilidades de desarrollo dentro del cargo en cuestión, ya sea en forma de planes de promoción o de oportunidades de formación.  

Comenta lo que significa este puesto para la empresa y la industria en su conjunto. Si alguien puede entender la importancia y el significado que tiene lo que hace para ganarse la vida, es probable que aumente su grado de implicación. Usa también esto como una oportunidad para subrayar realmente lo que buscas en la persona candidata. Intenta ser específico para ayudar a los candidatos a adaptar sus respuestas una vez que comiencen las preguntas. 

¿Qué hace que tu empresa sea excelente? 

A continuación, intenta preguntarle qué sabe de tu empresa para (a) hacer que la presentación sea más bidireccional y (b) mantener alerta. Cuando termine de contarte lo que sabe acerca de la empresa, rellena los datos que te puedan faltar. No hables sólo de cifras y datos, sino, por ejemplo, de cuántos empleados tienes o cuándo se creó la empresa.  

Trata de hacerles ver cómo es la vida en tu empresa y permite que se imaginen a ellos mismos trabajando en ella. Describe cosas tales como la cultura de la empresa y qué es lo que hace que sea un lugar excepcional para trabajar. Deberías mencionar también cualquier reconocimiento de la industria que distinga a la empresa de la competencia, y los proyectos más conocidos o interesantes en los que hayas participado. Lo que suele motivar a los candidatos es la posibilidad de tener un líder de mercado reconocido en su campo.

Ahora que has dado a la persona candidata toda la información necesaria para que realmente se entusiasme, bríndale la oportunidad de mostrar ese entusiasmo a través de una sesión de preguntas y respuestas.

2. No sigas un guión
Antes de la entrevista, te recomiendo preparar un listado de preguntas que quieras realizar. No obstante, es importante que la entrevista no parezca excesivamente rutinaria, como si estuvieras leyendo un guión.

Para demostrar que no estás dejándote llevar por la inercia, asegúrate de mostrarte interesado en las respuestas por medio del lenguaje corporal, como, por ejemplo asentir en señal de conformidad, inclinarte y hacer contacto visual. Si es necesario, haz preguntas o comentarios en torno a sus respuestas.

Hace poco, estaba entrevistando a una candidata que, tras describir su día a día como Responsable de Contrataciones, mencionó de pasada que llevaba tiempo organizando un seminario de desayuno para clientes. Resulta que yo estaba buscando a alguien que se ocupara de organizar este tipo de eventos, así que le pedí que me hablara un poco más de su implicación en esta tarea.

En cuanto lo hice, vi que se mostraba mucho más animada y me contó cómo lo organizó de principio a fin, cómo logró unas cifras de facturación elevadas, muy buenos comentarios y varias reuniones de seguimiento con los clientes principales. Si no lo hubiera hecho, no habría desencadenado esa explosión de energía o no me habría dado cuenta de lo bien que encajaba en el puesto de trabajo en cuestión.

Si dejamos tiempo para preguntas imprevistas, pero interesantes, podemos conocer mejor a la persona y evitar una entrevista plana y aburrida para las dos partes.

3. Dale vida a la entrevista
Puede que el candidato esté acudiendo a varias entrevistas, de manera que la tuya tiene que ser diferente. No te limites a realizar una sesión de preguntas y respuestas en torno a una mesa de trabajo. Dedica un momento al final de la entrevista a mostrar a los candidatos dónde van a trabajar, para que puedan sentir cómo será la vida en la empresa. Preséntalos ante el equipo y enséñales la oficina. Otra idea es que venga alguien a hacer alguna pregunta o mostrar vídeos de los principales miembros del equipo.

En resumen, recuerda que la entrevista debe ser atractiva, interesante e interactiva. De esta manera, estarás vendiendo la oportunidad a los candidatos tanto como a ti te gustaría que ellos se vendieran ante ti. Es más, permanecerás en sus mentes como un posible empleador, y te aseguras de que tengan una buena opinión de ti, de tu empresa y de la oportunidad que tienen en sus manos.

Fuente: hays.es
Autor: Susie Timlin, Directora de People & Culture en Hays Talent Solutions

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