La creación de puestos de trabajo asalariados —tanto formales como informales— viene registrando "una clara tendencia decreciente" en los últimos tiempos, pese a que el total de empleo en el país registra crecimientos interanuales. La aparente contradicción se explica por el aumento progresivo de los autónomos o empleados cuentapropistas.

El diagnóstico surge del último informe elaborado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), el cual revela que "el mercado laboral viene observando desde un tiempo una clara tendencia decreciente en la creación de empleo".

El informe de Iaraf describe que "por un lado se observa que el total de empleo sigue creciendo interanualmente, aunque a tasa decreciente, mientras que los componentes más importantes del mismo, el empleo asalariado formal y el empleo asalariado informal, disminuye interanualmente".

Según indicó, "la respuesta a esta aparente contradicción se encuentra en el comportamiento de una categoría de ocupados que no ha sido incluida en el análisis: los autónomos".

De tal modo indica que a pesar de que interanualmente el número de ocupados aumentó, si se analiza la descomposición por tipo de empleo, se observa que disminuyó el empleo informal y el formal, y aumentó el empleo de autónomos. Es decir que el aumento interanual en el empleo obedece a que la caída en el número de asalariados fue compensada por un aumento en el número de autónomos que hay en la economía".

Según el relevamiento la tendencia decreciente en la creación de empleo "se debe a que las claras mejoras de este indicador que se concentraron en el período de 2003 a 2006, estuvieron impulsadas por la fuerte caída del costo laboral tras la devaluación de 2002, y por la existencia, a la salida de la crisis, de una amplia capacidad ociosa en la estructura productiva, que permitió contrataciones sin necesidad de grandes inversiones".

El Iaraf precisa que ambos factores se han agotado: "la ganancia en competitividad salarial se erosionó —debido a que el costo laboral en dólares ya supera el nivel previo a la devaluación—, y la utilización de la capacidad instalada en la industria se encuentra en niveles elevados, de casi el 75 por ciento".

En este sentido, puntualiza que si se observa el aumento en el empleo en los primeros trimestres de cada año , se advierte cómo cada vez aumentan menos los puestos de trabajo: mientras que en el año 2007 se crearon interanualmente aproximadamente unos 500 mil puestos, en el 2008 y 2009 la creación fue de unos 280 mil puestos. El año 2011 la misma fue de 240 mil, creación que cayó a la mitad en el año 2012 (130 mil). En el primer trimestre del 2013 esta creación fue de sólo 50 mil puestos.

El empleo privado. Analizando uno de los componentes más importantes del empleo, el trabajo registrado, "se puede advertir la importante disminución que hubo en el empleo registrado en el último año (5 por ciento)", indicó el informe y señaló que "en el último año se destruyeron unos 380 mil puestos formales, lo que para la economía representa una clara señal de alerta en materia económica".

"Esta caída se verificó a pesar de la importante participación que tuvo en los últimos meses el Estado en la creación de empleo", agregó.

Trabajo en negro. Por otra parte, el informe indica que "en el total de aglomerados urbanos el número de informales ha disminuido en el primer trimestre del año con respecto al año anterior".

Agregó que "estos números deben ser analizados con cautela", ya que "la caída en el empleo formal conjugada con una caída en el número de informales implica que disminuyó como un todo el número de personas asalariadas que expresa un claro empeoramiento en el mercado laboral de los aglomerados urbanos".

Fuente: La Capital