Durante la quinta reunión de la comisión que definirá el salario mínimo que ganarán cerca de 1,2 millones de trabajadores el próximo año, centrales obreras, representantes de los empresarios y también del Gobierno todavía están a una buena distancia de lograr un consenso debido a que todavía, como lo señalan algunas partes negociadoras, entre los delegados de los trabajadores sentados en la mesa existen algunas divisiones.

Según una fuente consultada por este diario, durante la junta de ayer los representantes de la Confederación General de Trabajadores (CGT) y de la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC) redujeron su propuesta de reajuste del 8% al 6%. Sin embargo, los delegados de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), se resisten a ajustar su planteamiento en el 6%.

Entretanto, el presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia y del Consejo Gremial Nacional, Rafael Mejía López, reveló que en la reunión los privados anunciaron al Gobierno y a las centrales obreras una propuesta del 3,8% (la de la pasada reunión estaba en 3,51%). “Una cifra del 3,8% está dos puntos por encima de la inflación esperada para 2013. No se puede confundir el buen desempeño de la economía del país con la rentabilidad de los diferentes sectores. Este incremento busca que se genere y se conserve el empleo”.

De hacerse efectivo un ajuste del 3,8%, el salario mínimo (que se fijó para 2013 en $589.500) tendría un incremento de $22.401, lo que significaría que la remuneración pasaría a $611.901. Entretanto, de lograrse un 4% de aumento, el alza sería de $23.580.

Al término de la reunión, el presidente de la CGT, Julio Roberto Gómez, manifestó que la decisión de bajar la propuesta del 8 al 6% va encaminada a que los empresarios continúen haciendo un ofrecimiento mayor. Esto podría hacerse evidente el próximo lunes, sesión en la que se espera lograr un acuerdo concertado tal como sucedió en 2011 (en 2012 el Gobierno hizo un reajuste del 4,02% por la vía de un decreto).

Sin embargo, algunas voces gremiales e incluso sindicales consultadas, señalan que no se descarta la posibilidad de que la mesa de discusión se disuelva debido a la turbulencia política que atraviesa el país durante el cierre de este año. Esto significaría que en manos del presidente Juan Manuel Santos quedaría el reajuste.

Aún así, Rafael Pardo Rueda, ministro de Trabajo, es optimista con lo que ha sucedido durante los últimos cinco encuentros. “Hay buenas noticias en términos de avances. Hubo un movimiento de los trabajadores en su petición. Hay un proceso en el cual se pueden estar acercando las partes. Mientras tanto, las instamos a reunirse. El Ministerio está dispuesto a generar esos espacios. Esperamos que el próximo lunes salga humo blanco”.

Fuente: El Espectador